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SANGREyLITERATURA

EL QUIJOTE Y OTRAS PUTERÍAS (Octava de nueve partes)

EL QUIJOTE Y OTRAS PUTERÍAS (Octava de nueve partes) En  el primer tomo del Quijote que fue titulado como El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, y que apareció en 1605, en diecisiete frases se emplea la palabra puto (a), cinco de las cuales son dichas por don Quijote, once por Sancho Panza, y una más por un ventero (¿A dónde estás puta?). Sólo en dos de las frases el empleo del puta tiene el sentido de ser una expresión refranesca o de asombro(y que cada puta hile; la puta que me parió); mientras, que en otras, la inserción del puta tiene un carácter peyorativo contra la madre de aquél contra el que está dirigido el insulto (don hijo de la puta; hideputa; la puta que te parió; etc); más aún, es don Quijote quien en una frase refuerza la descalificación al considerar a la madre de un cabrero como la muy hideputa puta que os parió. Y aunque en dos frases, el puto parece ser empleado con la acepción de homosexual (para el puto que no se casare) o de cobarde (¡Huye, puto!), Cervantes nunca escribió sobre putos, putas o puterías en ese primer tomo de su Quijote, ni el segundo ni ninguna otra obra suya. 

El puto de Avellaneda

En 1614 apareció el llamado Segvundo tomo del Ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha, compueſto por el licenciado Alonſo Fernández de Auellaneda, natural de la Villa de Tordeſillas. El libro tiene una profusión de frases (veintiocho) en las que se alude al puto(a) o a la putería; de ellas, sólo una es dicha por don Quijote, otra por un ventero, otra más por una mujer y las restantes por Sancho. Pero las puterías de este libro van más allá, tal como paso a enumerarlas: 1.- En la adarga (escudo de cuero) que porta el falso Quijote se encuentran escritos unos versos de cabo corto o amputado, en uno de ellos se lee: A los hombres dando el cu-. 2.- En un diálogo entre don Quijote y Sancho Panza se hace alusión a la infidelidad, y a los “cuernos” que se fortifican en el castillo de San Cervantes.  3.- Una mujer, que trabaja de moza en una venta u hostal, ofrece sus servicios carnales a don Quijote por tres o cuatro reales.  Dicha mujer había llegado a ser moza y complementar sus ingresos con la putería  después que engañóme un traidor de un capitán que me saco de mi casa, dándome palabra de casamiento. Ésta moza es luego insultada por el ventero: ¿Así me agradecéis el haberos sacado de la putería de Alcalá. 4.- De las dos historias intercaladas dentro del falso Quijote, la del Rico desesperado trata de monsiur Japelín, el que dio posada a un soldado por una noche, pero éste, abusa de la hospitalidad y al amparo de la oscuridad fornica con la mujer de Japelín, que recién ese día había parido; al siguiente día, por la mañana, el soldado se va; la esposa reclama a su esposo el que no haya respetado su condición de puérpera; Japelín comprende todo y va tras el soldado, lo mata para limpiar su honor; la esposa se suicida, Japelín también; y todo por un putañero soldado. La otra historia inmersa en el Quijote apócrifo, Los felices amantes, trata de una abadesa que huye con su novio, es abandona, ejercer de puta en Portugal, y, finalmente, arrepentida regresa a su convento, en donde nadie notó su ausencia por haber sido suplantada en su puesto de abadesa por la Virgen María, que, dicho sea de paso, es la misma leyenda que recolectaron o sirvió de base a otros escritores: como al rey Alfonso X, el Sabio, y su Cántiga XXVI; el milagro 25 de Juan Herolt; a Lope de Vega  en su La buena guarda y; a Zorrilla en Margarita la tornera.   5.- Un estudiante canta unas “Coplas a una dama llamada Ana”, nombre de una de las amantes de Cervantes, Ana Franca o Ana Rojas, la que a pesar de estar casada sostuvo un romance con Cervantes del que surgió una hija, la que junto con las hermanas y sobrina de Cervantes eran llamadas las cervatanas por tener una vida puteril.  6.- Y a pesar de que en el libro apócrifo don Quijote termina en el manicomio, logra salir y volvió a su tema... llevando por escudero a una moza... llevóla el buen caballero sin saber que fuese mujer, hasta que vino a parir en medio del camino. Otra vez el tema de travestismo para ocultar el género o un embarazo, huir o trabajar en una sociedad machista. A diferencia de Cervantes, Alonso Fernández de Avellaneda, o quien haya sido el autor del falso Quijote, si escribió sobre lo divino y lo humano, pero sólo lo divino y lo humano de la vida de Cervantes; por ello, se ha querido ver a la concepción del falso Quijote una burla a Miguel de Cervantes Saavedra, a la putería de su ciudad natal, a su amores con Ana, y a la vida puteril de sus hermanas, sobrina e hija.   El puto caballero.Para 1615 apareció el auténtico segundo tomo del Quijote, al que Cervantes, para diferenciarlo del apócrifo, tituló: El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha; en ésta obra catorce veces se emplea la palabra puto(a), ocho de las cuales se encuentran en el capítulo 13, el que inicia así: Divididos estaban caballeros y escuderos, éstos contándose sus vidas, y aquellos sus amores. Es decir, lo divino para los caballeros y lo humano para la plebe. En éste capítulo, como ya se mencionó anteriormente, Cervantes, pone en boca de sus personajes inferiores socialmente, los escudero, la explicación del porque la expresión hijo de puta no debe ser tomada como un insulto.  Cervantes, como todo buen escritor, pone en boca de sus personajes las frases o palabras apropiadas a la acción que se desarrolla o a la idiosincrasia de los mismos, pero, como se ha insistido, Cervantes dejo de lado los argumentos putos, puteriles, y putañeros, así como los ambientes de puterías y , a diferencia de Quevedo que en al menos en un centenar de poesías uso el puto(a), sólo se conoce una solo verso del manco de Lepanto en el que introdujo el hideputa, el que, claro, como buen cristiano, caballero e hidalgo, solo uso para insultar a Satanás en La Ilustre fregona: (…) santígüense, y den al diablo/ dos higas de su higueral./ Escupan al hideputa/ por que nos deje holgar/ puesto que de la chacona/ nunca se suele apartar. En total concordancia con El corbacho que también usa el puto para referirse a Luzbel, al que hay que apartar, hacer a un lado o, simplemente, decirle ¡hazte para allá, puto diablo!, o como lo escribió el arcipreste de Talavera en el mencionado Corbacho: ¡Oxte, puto!

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